No, si se veía venir...
¿Quién coño le mandará a Marta Vera ponerse a privatizar las
cocinas de Osasunbidea sin contar con el más afamado cocinero de Reyno que como
todo el mundo sabe soy yo?
Pues lo que tenía que pasar ha pasado... la abuela
desdentada con chuletón, que agradecer, agradece, sobre todo si le traen las
gafas para contemplarlo, al del ácido úrico, ración de gambas de Huelva y al
diabético tarta de chocolate... Una juerga, oiga, que todos los días no es
domingo y siempre nos quedará el informático de turno para echarle la culpa de
los caprichosos arcanos de megabite.
Más jodido será que “privaticen” el carrito de enfermería y
vuelva a fallar la informática, que ya me veo al abuelete con la próstata “a la
virulé” y cuarenta años de secano cuando le cambien el spidifen por alguna
pastillica azul y la enfermera tenga que doparse para salir airosa del
trámite...
Pero como no es cuestión de llamar a Chicote para que ponga
orden en el desaguisado, yo mismo me ofrezco para solventar el asunto
garantizando la eficiencia de la gestión privada y, sobre todo, ahorrando
costes al maltrecho erario público y sin tener que suspender la circulación de
regalicos, dietas y demás merecidísimas compensaciones VIP “por imperativo
legal”...
Se le compra a cada paciente un móvil y que llame
directamente al Pizza Hut... la otra sería denunciar el contrato con
Mediterránea de Catering y contratar directamente con Telefónica y el Burguer
King...
Ahí tienes una buena idea, Rato, para hacer méritos en la
empresa...
Ah, que se me olvidaba, el vino que lo ponga el corellano,
eso si, sin alcohol...
Patxi Txungur