jueves, 5 de diciembre de 2013

Es lo que tiene comer niños crudos…



Al ilustre Diario centenario que marca desde sus páginas los destinos de la Navarra Inmemorial se le ve estos días pelín alterado… Acostumbrado desde su nacimiento a tener la sartén por el mango no debe llevar muy bien el hecho de que ahora le falte el resto de tan útil herramienta culinaria con la que ha cocinado a su antojo el menú de la navarridad, foral y española por supuesto, desde que vio la luz allá por los albores del S. XX.

Y aun lleva peor la posibilidad de que cocineros ajenos al enjuague hayan decidido preparar platos alternativos no vaya a ser que sustituyan las viandas tradicionales de la tierra; chistorras, piquillos, espárragos y, sobre todo, los afamados quesitos de la tierra, tan apreciados por el estómago y el paladar de los navarros de bien, por alguno de sus rollizos vástagos criados al albur y la buena pitanza del Gobierno Floral.

Primero fueron los pederastas y terroristas que campan a sus anchas por las aulas del ominoso modelo D…


Y ahora esa especie de mafia del NO empeñada en amargarle la pitanza a la dueña del cortijo que se han puesto de acuerdo en no dejarle hacer lo que le salga de los caprichos algo, por otra parte, que ha sido así desde el día que alguno de sus antecesores cruzase el Ebro por Castejón con vistas a la cristianización de los bárbaros antropófagos que habitaban más allá del rio.




Más vale que Garcilaso dejó una buena escuela en Cordovilla de guardianes de las esencias patrias…



Patxi Txungur