martes, 10 de marzo de 2009

LA COMPRA INTELIGENTE

De todos es sabido que para obtener un buen plato resulta necesario tener buenos ingredientes, y para ello nada mejor que acudir a un buen establecimiento; en este caso el Economato que se han montado entre Sanz y Roberto Jiménez para la venta al por mayor.

Un almacén absolutamente espectacular donde solo pagas si eres pobre y donde si demuestras un cierto nivel de solvencia, no solo no te cobran sino que te subvencionan la compra. Dispone de todo, oiga… ladrillo, cemento, recalificación y hasta derechos de edificación, y encima, “Si usted no queda satisfecho le devuelven el dinero”. Y en el colmo de la política social lo han montado en forma de cooperativa… es decir que si no tienes carné, no entras.

Y a ese almacén he acudido, lo agenciarme un carné ha sido dificilillo no crean, para cocinar mi próxima delicatessen:

“Fantasias de VPO a los aromas campestres de GANDULain”.

Condimento este último que no conocía y del que me habló maravillas mi amigo Labrit. Una delicia oiga…

RECETA:

Se ponen a cocer unos cuantos campos de GANDULain, hasta que alcanzan el punto de ebullición apetecible para el Consejero de vivienda de turno.

Salpimentamos de recalificación y suelo público, añadiendo unas gotas de financiación CAN.

Una vez ligado todo, si no liga a la primera se le pueden añadir unas gotas de información Diario de Navarra, un truco que nunca falla, se obtienen dos productos; derechos de construcción y terrenos públicos, se cuelan y se separan en dos cazuelas una para los derechos y otra los terrenos. Se dejan reposar.

En una sartén, a fuego lento se van dorando los terrenos hasta que estén doraditos, o moraditos que también sirve, y se añaden poco a poco los derechos hasta cocinar 40.000 fantasías de VPO.

Se emplatan en vajilla VINSA y se sirven. Si el camarero es de UGT o CC.OO. el momento del servicio adquiere una prestancia inigualable.

Y lo mejor de todo, si se pasan de punto o no estan tiernos para su cocción, vuelves al almacén y te devuelven el dinero.

Una auténtica gozada para paladares exigentes….

Patxi Txungur