Yo creía que los
navarros ya estábamos curados de espanto y que las andanzas de nuestros
preclaros líderes jamás volverían a sorprendernos y más desde que el ex fiscal
jefe de Navarra, ahora cómodamente asentado en un bufete sevillano, nos
aclarase que no había nada que investigar y que la corrupción en esta tierra se
acabó con Urralburu, a ver si todavía lo vamos a echar en falta…
Pues nada, va a ser
que no y empeñados en echar más madera a la ópera bufa en que se ha convertido
la política navarra y aprovechando los fastos del día de la Comunidad, nos han
dado una semana de verdaderos prodigios. Si ya lo dijo Shakespeare, “Navarra
asombrará al mundo” y joder que si lo estamos asombrando.
Si la semana empezó
con el amigable reparto de puestos vitivinícolas a cargo de ex presidente de la ex CAN y el ex presidente
del ex gobierno, ahora se dedican a otra cosa porque del gobierno hace un año
que no hay noticias, ambos expertos enólogos, que espero sea el mérito que
aleguen para tan alta responsabilidad dada su contrastada y demostrada
ineptitud para la gestión, y siguió con los primeros movimientos para la
defenestración definitiva de Barcina a cargo del Cártel de los Corellanos, con
Don Corellone al frente del txiringuito y el invisible Catalán de testaferro de
la operación, no ha podido tener un final más apoteósico con la aparición en
escena de Asiain, corellano también por cierto, y el Diputado Cervera, con
coros y danzas aportados por el benemérito Instituto.
A partir de ahora ya
no podremos bajar a las murallas a retozar furtivamente con las mozas puesto
que siempre habrá alguno hurgando entre las piedras a ver si encuentra el
premio gordo…
Aun si fuésemos de
Bilbao podríamos decir, ¡ Pero a que oxtias vamos a setas o a rolex… ¡
Patxi Txungur