Tengo mis serias dudas sobre si lo que está sufriendo Alvaro Miranda es el ataque de un ser de las tinieblas pero de los de antes, un Nosferatu de Herzog no los melifluos vampiros de chichinabo de la saga “Crepúsculo” más propios para las adolescentes de JJ. NN. que para un curtido marino como él, que le chupa la sangre presupuestaria o el de un Zoombie floral empeñado en comerle el cerebro o lo que se suponga que usa para cuadrar las cuentas…
No de otra manera se puede entender que un no vivo, o no muerto a ojos de la oficina presupuestaria del PP, campe a sus anchas por la Autovia del Camino afeandole los balances. Pero el bicho no es de cosecha propia sino que se lo debe al otrora todopoderoso Iribarren, responsable de gran parte de los monstruitos que asolan la geografía floral y que estuvo bastante más listo que él a la hora de abandonar el barco, el capitán Schettino no lo habría hecho mejor, a pesar de su contrastada experiencia marinera.
Inversiones estratégicas en caída libre, circuitos de velocidad para caracoles, regadíos para solaz de ranas, recintos deportivos que crían polvo, museos que solo exponen la primera piedra o peajes que pagamos todos y usan cuatro son muestras de esta nueva fauna de “no muertos” que se han hecho con el ecosistema navarro.
Pero como no hay mal que por bien no venga y en mi afan natural por ayudar a la gobernabilidad de Navarra, que no solo van a ser las huestes de Roberto, y aunque a mi no me toquen dietas me gustaría proponer desde este mi humilde blog un nuevo slogan para relanzar el turismo navarro:
“Navarra, tierra de Zoombies”
Y de paso le podemos cambiar el nombre a “Senda Viva” por el mucho más adecuado de “The Walking Dead Bardenas Resort”
Patxi Txungur
