martes, 22 de enero de 2013

Pesadilla en la Cocina




No, si se veía venir...

¿Quién coño le mandará a Marta Vera ponerse a privatizar las cocinas de Osasunbidea sin contar con el más afamado cocinero de Reyno que como todo el mundo sabe soy yo?

Pues lo que tenía que pasar ha pasado... la abuela desdentada con chuletón, que agradecer, agradece, sobre todo si le traen las gafas para contemplarlo, al del ácido úrico, ración de gambas de Huelva y al diabético tarta de chocolate... Una juerga, oiga, que todos los días no es domingo y siempre nos quedará el informático de turno para echarle la culpa de los caprichosos arcanos de megabite.

Más jodido será que “privaticen” el carrito de enfermería y vuelva a fallar la informática, que ya me veo al abuelete con la próstata “a la virulé” y cuarenta años de secano cuando le cambien el spidifen por alguna pastillica azul y la enfermera tenga que doparse para salir airosa del trámite...

Pero como no es cuestión de llamar a Chicote para que ponga orden en el desaguisado, yo mismo me ofrezco para solventar el asunto garantizando la eficiencia de la gestión privada y, sobre todo, ahorrando costes al maltrecho erario público y sin tener que suspender la circulación de regalicos, dietas y demás merecidísimas compensaciones VIP “por imperativo legal”...

Se le compra a cada paciente un móvil y que llame directamente al Pizza Hut... la otra sería denunciar el contrato con Mediterránea de Catering y contratar directamente con Telefónica y el Burguer King...

Ahí tienes una buena idea, Rato, para hacer méritos en la empresa...

Ah, que se me olvidaba, el vino que lo ponga el corellano, eso si, sin alcohol...

Patxi Txungur