martes, 15 de marzo de 2011

DESDE SANTURCE A BILBAO



Tengo que reconocerlo, no he sido nunca muy de carnavales, ya sea porque en mis tiempos mozos no teníamos mucho donde elegir en este tipo de saraos y festejos, o bien porque el más a mano era el de Lanz y aparte de pasar más frío que siete viejas, ¿Por qué será que ha llovido todas y cada una de las veces que me he pasado por allí?, jamás he podido ver al bueno de Miel Otxin sufrir su merecido castigo. Es lo que tiene pillar el “ajusticiamiento” en décima fila, que ni el humo de las velas…

Pero las alegrías visuales que me está dando últimamente el carnaval, la “sardinera” de la foto es sencillamente gloriosa, me van ha hacer cambiar de opinión.

Mi única pregunta es ¿Habrán adaptado la “coplilla” para tan magnifica ocasión?

Desde el Euskalduna al BEC
vengo por toda la orilla,
con los Estatutos arremangaos
luciendo la condenilla,
vengo deprisa y corriendo
porqué me persigue el Juez,
voy gritando por las calles:

¡Quien compra!
Estatutos frescué.
Mis Estatutos
que limpios son
son de Sortu
los traigo yo.

La del juzgado me llama
la del Supremo también y
la del Consti me dice:
¿a cuanto los vende usted?
Si yo le digo que a cuatro,
ella me dice que a tres,
cojo la IA y me largo,

¡Quien compra!
Estatutos frescué.
Mis Estatutos
que limpios son
son de Sortu
los traigo yo.

Lo que si tengo claro es que ahora ya no queda más que legalizarlos… ¿Qué menos para tan “beatífica” organización que se dedica a la venta de tan nutritivo, delicioso y, sobre todo, vasquísimo manjar?

Patxi Txungur